Madrid. Viernes 2 de diciembre de 2011. Unas 900 personas nos dirigíamos realmente emocionados a presenciar el que estaba llamado a ser uno de los últimos y mejores conciertos de 2011. Los británicos The Horrors, que parecen haber alcanzado su madurez con unas edades de aproximadamente 25 años, y que nos presentan Skying, uno de los bombazos del año.
No hubo sorpresas y se respetaron los horarios para que nadie se perdiera siquiera a los encargados de abrir la noche. Los invitados eran los neoyorquinos Cerebral Ballzy, y, permitidme decirlo, se hizo extraño ver como una banda de punk hardcore abría para uno de los grupos del momento cuyo estilo no tiene nada que ver. Echándole imaginación podríamos decir que en los comienzos y primer trabajo de los británicos también había mucho punk, pero muy diferente. Durante aproximadamente 30 minutos pudimos disfrutar de una actuación con un sonido muy limpio, sin ningún tipo de añadido, y que provocó pogos y mucho movimiento en las primeras filas. La banda caldeaba lo suficiente el ambiente y hacía a la perfección las veces de telonero. Su highlight fue sin duda una versión de los reunidos The Stone Roses. Después la espera fue larga, no sólo porque los roadies hicieran los preparativos necesarios para que saltaran The Horrors, sino porque parecía que la banda quería terminar de dar tiempo a que se llenara una sala en la que ya no cabía un alfiler.
Con un escenario que estaba parcialmente lleno de neblina, podíamos ver por fin a los integrantes del grupo británico sobre el escenario, y la gente se volvía loca con el tema que también abre su último trabajo, "Changing The Rain". El sonido en general no fue para tirar cohetes, y estando en las primeras filas busqué un hueco algo más atrás que me sacara de la reverberación y demás efectos que habían estado ausentes durante la actuación de Cerebral Ballzy. El concierto mejoraba exponencialmente según se sucedían las canciones, con temas de los dos últimos trabajos como "Who Can Say" o un "I Can See Through You" que hacía cantar a gran parte del público.
No hubo temas del Strange House, un álbum debut que dista bastante de sus sucesores y que en mi opinión habría aportado algo más de movimiento entre el público. Tampoco es que hiciera falta, debido a que "Scarlet Fields", "Dive In" o "Endless Blue" funcionaron a la perfección, ésta última alargada y aportando elementos adicionales a la versión de estudio.
En el que sin duda fue el clímax del concierto, y justo cuando parecía que los técnicos de sonido de la mesa de mezclas habían logrado ajustar los niveles para sacar lo mejor de Rock Kitchen, todo se fue al traste. Problemas técnicos dejaban con cara de póker no sólo a los asistentes sino también a una banda que se había fundido con nosotros con una versión extendida de "Sea Within A Sea". Los de Southend parecían desconcertados y pasaron varios minutos decidiendo qué hacer. Finalmente Rhys Webb, bajista y antiguo encargado de los sintetizadores, preguntaba al público si queríamos volver a escuchar el susodicho tema o continuar con el siguiente.
"Still Life" fue el tema previo al encore, y dejó al público con una sensación agridulce. El parón había enfriado el ambiente, y el tema, pese a ser una gran composición, no disponía del ritmo suficiente como para animarnos y dejarnos en el punto que estábamos minutos atrás. Se hizo bastante extraño que nada más tocar la última nota el grupo se despidiera sin más.
"Mirror's Image" enmendaba los problemas y abría un alargamiento de 3 canciones con los que el público disfruto mucho. Personalmente se trata de uno de mis temas favoritos de la banda, y en directo funcionó muy bien. La canción es suficientemente cañera e hizo que el público volviera a estar entregado y continuara estándolo durante otro del mismo disco, "Three Decades", también muy animado. La banda se despedía con "Moving Further Away", un tema con un sonido mucho más actual y que volvía a aportar el toque atmosférico ochentero que caracteriza gran parte de Skying, el trabajo que venían presentando, y sin duda uno de los discos del año.
Haciendo un breve resumen, se puede decir que el concierto fue corto, con 11 canciones que apenas abarcaron 1 hora de duración incluyendo el encore, y accidentado, pero pese a todo muy especial. Los ingleses se las apañaron para dar un buen concierto en una sala que no termina de convencer y salieron airosos de una noche que prometía mucho y de la que guardaré un buen recuerdo.
Los británicos vinieron de la mano de Miles Away, una promotora que por cierto traerá también a James Blake y a otros artistas interesantes como Arctic Monkeys, que nos visitan en enero. Volviendo a The Horrors, ¿Qué más se puede decir? Su disco es uno de los bombazos del año, y aunque aún no se ha cerrado la votación, está número 1 en la lista de los mejores discos del 2011 para el magazine NME, por encima de otras bandas como los mencionados Arctic Monkeys, Kasabian, Florence & The Machine o The Strokes. ¿Qué es lo siguiente para los de Southend?
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